Un caso de discriminación
homófoba, esta vez en Bogotá, Colombia. Una pareja homosexual, Alejandro
Aristizábal y David Ricardo, fue obligada, por dos vigilantes de seguridad, a
abandonar el centro comercial en el que se encontraban debido a que los
encontraron dándose muestras de afecto, el pasado mes de febrero. Ahora, y por
orden judicial, tanto los responsables del centro comercial como los de su
empresa de seguridad privada se han visto obligados a pedir disculpas.
“Tengo órdenes de sacarlos,
ustedes no pueden hacer semejante espectáculo, poniendo en vergüenza el centro
comercial. A la gente como ustedes lo único que les gusta es vitrinear y hacer
show. Para eso hay lugares donde va la gente como ustedes. Tienen que
irse", fue lo que les dijo uno de los vigilantes privados de la empresa
Segurcol el pasado 19 de febrero poco antes de obligarlos a abandonar el
lugar.
Según Aristizábal, lo
ocurrido no fue un hecho aislado, pues otras tres personas homosexuales, que el
joven conoce, habrían sido también expulsadas de este centro comercial
por haber dado muestras de cariño a sus parejas en ocasiones anteriores.
Alejandro y David
decidieron iniciar una batalla de denuncia social y jurídica por lo que
consideraban un caso de discriminación flagrante. Las redes sociales no
tardaron en hacer eco de lo ocurrido y con el apoyo de la comunidad LGTB se
logró convocar una “besatón” o besada colectiva para mostrar el rechazo hacia
este tipo de actos discriminatorios.
Asimismo, y con el apoyo de
la organización Colombia Diversa, la pareja discriminada interpuso una acción
de tutela, consiguiendo que el juzgado 34 Civil Municipal de Bogotá determinase
sus derechos fundamentales a la igualdad, la no discriminación y la intimidad
de la pareja. Por este motivo, tanto el Centro Comercial Avenida Chile como la
empresa de seguridad Segurcol se vieron obligados a pedir disculpas a la pareja
en un acto público el pasado día 18 de junio.
Para Mauricio Albarracín,
director de Colombia Divers este acto, de disculpas públicas, fue importante,
pues también obliga tanto al centro comercial como a la compañía de seguridad a
realizar cursos sobre dignidad humana y derechos a la libre opción sexual y el
desarrollo de la personalidad, dirigidos a los empleados y vigilantes.
En efecto, el fallo de
tutela de la jueza María Isabela Córdoba, encargada de llevar este caso,
determinó que el centro comercial deberá capacitar a sus empleados, tanto
directos como indirectos, así como a los representantes de sus contratistas y a
los de dueños o arrendatarios de los locales, en el respeto hacia los derechos
de las personas LGTB.
De la misma forma, la
empresa de seguridad deberá capacitar a sus vigilantes. Elkin Valencia,
director de operaciones de Segurcol, reconoció que lo ocurrido fue un error y
aseguró que de ninguna forma es una política de su compañía. También confirmó
el compromiso de su empresa a capacitar a sus empleados para que algo así no
vuelva a ocurrir.
Fuente: http://www.dosmanzanas.com
Escrito
por: Yolanda
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